30/3/08

Cumpleaños

Mañana cumplo dieciocho años. Toda mi vida esperando esa fecha casi mágica, en la que seré adulto y ahora tengo miedo. Miedo a tener que decidir, miedo a tener que ganarme la vida, miedo a parecer un adulto sin serlo todavía, miedo… ¿Qué va a cambiar mañana? Tan sólo una hoja en el calendario, tan sólo eso y sin embargo mi vida cambiará, porque así lo tengo planeado desde hace años, muchos años. Media vida esperando esa fecha mágica en la que podré disponer de mi vida, podré viajar, abandonar la casa familiar, podré equivocarme y rectificar, o no.
Mañana comienza el primer día de mi vida, el primer día del resto de mi vida. La impaciencia me mantiene insomne, el miedo atenaza mi garganta, pero estoy resuelto, decidido… Mañana saldré en tu busca, escudriñaré plazas y avenidas, ciudades y países, no descansaré hasta encontrarte allí donde te encuentres, amor.
Te he soñado tantas noches, tantos atardeceres junto al río, tantos amaneceres en el cerro, que ya te conozco sin haberte visto nunca. Te he soñado tanto y de tantas formas que es como si hubiésemos crecido juntos. Todavía no sé dónde estás, ni cómo te llamas, ni siquiera en qué ciudad o país me esperas, ni cuántos años tienes, ni qué haces en este instante en que yo creo conversar contigo, amor.
Tengo miedo a volar sí, pero espero tanto, que venceré ese temor claudicante, recorreré el mundo entero si es preciso hasta encontrarte, no sé dónde ni cómo será nuestro encuentro pero no me sorprenderá, no me sorprenderá porque los he soñado todos.
Sé qué tú, estés donde estés, también me esperas, también sabes que voy en tu busca, que invertiré mi vida en ello, pero te encontraré y entonces… abriremos los brazos y correremos uno hacia el otro, nos fundiremos en un abrazo eterno, luego nos miraremos durante horas a los ojos y hablaremos sin palabras, nos diremos con las miradas limpias cuanto nos amamos y de nuevo nuestros brazos, como ramas de cerezo, formarán un apretado refugio en el que caeremos fundidos dos en uno…



Scila/26/03/08

12/3/08

Los padres vascos

Todo comenzó cuando, hace muchos años, los padres vascos se sonrojaban si les acusaban de no ser "patriotas" por enviar a sus retoños a "formarse" en las Ikastolas, ¿recordáis? No era de patriotas vascos enviar a los hijos a Inglaterra o a las escuelas públicas, o privadas, del Estado Español.
Aquellos críos, algunos de ellos, colaboraban poco más tarde con sus "formadores" consiguiendo fotocopias de las cuentas bancarias de sus padres- por ejemplo- para que los "patriotas" supieran cuánto dinero podían exigir en la próxima petición del "impuesto revolucionario" (¡qué bonito nombre para algo tan feo como el puro chantaje!).
Con el tiempo las cosas se complicaron, aquellos mocetones entrenados para las barricadas y la lucha contra las fuerzas españolas de "ocupación", aquellas hordas sólo sabían hacer eso, incendiar, colocar artefactos explosivos, apalear a personas "frías" con los abertzales, a miembros de partidos democráticos, o vecinos que no votaban lo que les exigían... incluso algunos pasaron a mayores, a la actividad bélica de la banda.
¿Cómo a esto chavales, curtidos en la guerra urbana, bien pagados, dotados de coches, pisos francos o chalets (también francos) cómo les convences para que dejen de incordiar- o de matar- y se incorporen a las listas del paro, o que trabajen ocho horas diarias en un torno, en una fábrica, por el jornal mínimo interprofesional, que ahorren para comprar una vivienda si pueden, que se aguanten con la bronca del jefe y no le pongan la pistola en la nuca a la primera de cambio...?
Para algunos, para muchos, hay en juego algo más que unos presuntos ideales, hay una forma de vida fácil, divertida, expuesta, con dinero fácil, sus dosis de adrenalina, y lejos de las colas del paro, de no llegar a fin de mes, de perder un empleo y no saber cuando tendrás otro... Una vez encanallecido, una vez el primer muerto a las espaldas... ya es fácil seguir por la pendiente y vivir al margen de la normalidad.
Pobre gente, tienen difícil la reinserción, por los motivos expuestos y por otros que no conozco, quizá...