30/4/09

Los obispos militares

La última y esperpéntica escena de la máxima representación del ejército- con su ministra a la cabeza- rindiendo pleitesía a la jerarquía eclesiástica y escuchando la homilía del obispo general castrense alabando las virtudes de un ejército colonizado por los curas.

Es vergonzoso y muestra a nuestra sociedad- una parte mayoritaria de ella- sometida a las formas feudales y antidemocráticas en las que tan cómodos están esos sacristanes, disfrazados de nadie sabe qué. No sólo los gobiernos socialistas, todos los gobiernos de este país deberían hacer cumplir la Constitución, también en esa faceta, en la injustificable presencia (a sueldo, claro) de la curia en el ejercito. La presencia castrense de la iglesia en las fuerzas armadas no es sólo una herencia del franquismo, ni tampoco ideológica (en la iglesia nada es nunca sólo ideología), es cuestión de poder y, sobre todo de pasta, de mucha pasta.
¿Alguien podría indagar en las estadísticas secretas de la economía estatal y sumar la ingente cantidad de euros que se llevan los soldados-curas, los oficiales-curas y los generales-curas?
Lo de soldados-curas es broma, ellos como mínimo entran con el uniforme, las estrellas y el salario de por vida de capitán, que no es moco de pavo.
¡A tomar por el saco la iglesia del ejercito, pero ya! Si quieren hacer la guerra que hagan la mili, de soldados y sin paga.

29.09.09

La araña negra

Lamentable espectáculo, el jefe del Estado- y la familia- humillándose, y humillándonos, al besar la mano del tal Rouco, representante de una iglesia montaraz y caduca.
Este título de la novela del inolvidable V. Blasco Ibáñez conllevó- y no sé si todavía conlleva- la excomunión por su lectura. Fui por tanto excomulgado a los catorce años. Año de gracia de mis primeras y continuadas lecturas de la obra de este escritor valenciano que, además, fue periodista excepcional, viajero impenitente y observador agudo, político, empresario y, casi visionario al predecir, hace un siglo, qué sería China en el mundo en nuestra época, el dragón dormido despertaría y- algo que sólo provocaba sonrisas en su época- supo prever que desbancaría a los americanos del liderazgo politíco-económico mundial en las postrimerías del siglo XX. (Ya, ya, cuando se les pase el sarpullido del comunismo de cuello Mao que será en cuatro días).

El título de aquella novela, la Araña negra (referida al poder oscuro y oculto de los curas), me viene al pelo para intentar explicar que el problema con la iglesia vaticana en general, y con la española en particular, no sólo es cuestión de cerrar el grifo de los dineros públicos, que ya sería un buen comienzo. El problema reside, en que son una organización sectaria que, durante dos mil años, ha creado redes infinitamente más amplias y tupidas que las del sionismo mundial, que ya es decir.

En España existen miles y miles de asociaciones, clubes y otras formas de agrupación de los practicantes que, según su nivel de implicación y fanatismo, pertenecen a diez, o quince, o más organizaciones y, todas ellas, tienen como fin extender su influencia (en la sociedad, en la economía, en los centros de poder), captar adeptos, adoctrinarles hasta límites que no sospecha el ciudadano medio apartado de esas colectividades. Algunas de ellas, de denunciarse, podrían entrar, con méritos, en la categoría de sectas peligrosas, alienantes.

Todas esas organizaciones, que van desde las asociaciones de padres católicos, madres católicas (podían tener una y asistir la pareja pero así las multiplican por dos), hijos católicos, jóvenes pro vida, más jóvenes pro rosario del fin de semana y así hasta veinte mil organizaciones que, casi todas ellas piden, y suelen obtener, subvenciones de: Ayuntamientos, Diputaciones, Consellerías, Gobierno autónomo y del mismo Estado Central, además de las aportaciones de sus miembros y miembras (en casos llegan a la donación del patrimonio familiar).

Luego están las que dicen cumplir una misión divina en la tierra: la enseñanza (menuda bicoca, la obtención de beneficios por gestión empresarial pura y dura y la cantera de futuros adoctrinados de por vida, no pueden renunciar a esa tarea "divina" aunque les vaya la vida en ello), las asistenciales (se nutren de las donaciones, subvenciones y "cuestaciones", en definitiva no aportan nada, gestionan lo que les damos y gastan sólo una parte en esa labor asistencial, el resto irá las arcas del vaticano, tras dejar sus diezmos en obispados, prelaturas y demás estamentos que consumen recursos y no generan más que veneno. Por cierto, en esta categoría encontraremos a monjitas con muy mala leche haciendo de enfermeras, de casi médicos, de técnicos de ésto y lo otro, sin preparación, sin formación ni titulación, realizando actividades por las que, a cualquier mortal, le podría caer una sentencia rápida por intrusismo. También hacen de maestras sin título, por supuesto.

Todo este entramado de intereses y de asociados configuran eso, una red tupida, que a su vez forma parte de la sociedad. Te puedes encontrar con este tipo de personas en cualquier lugar, viven absolutamente imbuidos por la catequesis y las homilías de sus "pastores" (¿aún no les molesta ser llamados ovejas?) y las directrices que de sus reuniones, diarias o semanales, emanan y hacen de la lucha y la confrontación un lema de vida. Contra esas organizaciones es difícil luchar, a ellos no les vayas con argumentos, con libertades, con respeto a los demás, con derecho a la diferencia... olvídate, o estás con ellos o eres el infiel, el que ha de arder en los infiernos por una eternidad, tan eterna que todavía no han atinado a describirla.

Son una secta, y los sectarios están programados. Su oposición a la libertad del aborto (se hacen llamar pro vida como si los demás fuésemos pro muerte) les lleva en algunos casos a matar, tranquilamente. Hay algún caso ya en el que se han apostado a la entrada de una clínica y han recibido a tiros al médico, abatiéndole como a un animal, los pro vida.

Tenemos un gran problema porque mucha, mucha, gente está imbuida, aleccionada para levantarse en armas, para luchar contra cualquiera que toque los intereses de su santa madre, la iglesia. En tanto que, quienes deseamos la libertad, real, para todos, que no soportamos la imposición venga de donde venga, no estamos organizados, no mataríamos a alguien por pensar diferente. Parece tan obvio... pero esa es la gran diferencia, estamos casi indefensos frente a la belicosidad de esa gente, frente a organizaciones milenarias que sobreviven a los gobiernos, a las políticas y a la humanidad, ellos se recrean con cada generación, se retroalimentan como un monstruo sideral venido del más allá. Temblad agnósticos, las religiones terminarán con la humanidad, antes que el cáncer o el sida.

Pero, aquí, podemos empezar por no darles un céntimo de dinero público; sustituir a monjitas analfabetas, en hospitales y centros de ancianos, por personal cualificado que no tendrá que emigrar, finalizados sus estudios, por falta de puestos de trabajo; impedir que dirijan escuelas y colegios, o eduquen, sin la titulación mínima necesaria; que no se concierte con centros religiosos la enseñanza (pagamos su adoctrinamiento con dinero público), prohibir las manifestaciones religiosas en actos oficiales, nada de funerales con el boato púrpura y oro de los príncipes de la iglesia disfrazados de ellos sabrán qué; fuera de los cuarteles los curas a sueldo; impedir que centros de atención a divorciados (puntos de encuentro) sean gestionados por asociaciones afines a la iglesia con dinero público (los divorciados no les caen bien y lo demuestran).

La lista podrían ser casi infinita pero os quiero dejar un espacio, seguro que conocéis alguna de las miles de asociaciones religiosas que absorben fondos públicos como ventosas, las incorporamos al listado, luego se lo haré llegar a los monclovitas próximos a ZP y que se muevan de una puñetera vez.

Iz en paz hermanos.

18.09.09

Más sobre el agua

Se construye pegado al mar, en la arena si es posible, y sin resolver los problemas de abastecimiento de agua ni eliminación de aguas residuales, o de lluvia, con un nivel freático, a veces, por debajo del mar.
En Murcia se han batido todos los récords de irregularidades constructivas, no sólo de "chaleres" y adosados dentro de la arena de algunas playas, sino en cualquier lugar donde, ni hay agua ni la puede haber, salvo que la llevan en camiones. Y en esas urbanizaciones lo primero que ofrecen sus promotores son "los verdes campos de golf", esa es la publicidad que nos llega a través de revistas y televisión.
Y claro, clama el cielo que se digan barbaridades como "las aguas que van a la mar... se pierden" y se exijan trasvases para mantener esas barbaridades urbanísticas y especulativas de unos cuentos sinvergüenzas que, encima, tienen la habilidad (hay que reconocérsela) de presentar las cosas como un enfrentamiento entre Murcianos, Valencianos y el resto de España, que no les quieren, que pretenden matarles de sed.

No se puede ni se debe plantar césped en el desierto, no se deben construir cinco mil viviendas, o trescientas mil, donde no hay agua ni forma de llevarla, eso consta en los estudios previos de impacto mediomabiental, pero algunos han preferido aplicar la política de hechos consumados y luego lanzar a las respectivas poblaciones el mensaje de que no hay agua porque "ZP no quiere".
Por supuesto que los compradores anónimos de esos bungalows a precio de palacios orientales no tienen culpa de nada, salvo de no enterarse, de no informarse sobre el origen del problema, quien lo crea y con qué objetivo.
No tengo nada contra murcianos, ni valencianos, ni de cualquier otro lugar, pero he visto a lo largo de éstos últimos años las tremendas barbaridades, consentidas y propiciadas por los respectivos gobiernos autónomos, para generar miles de millones de euros de beneficios a unos cuantos, a los que no sólo no han puesto la ley delante sino que les han facilitado el asunto, en algunos casos a cambio de "mordidas", como se ha demostrado en los juzgados, y en otros muchos casos, sencillamente no se ha investigado todavía.

24.10.08

Sobre el agua

Que hace falta agua no lo pongo en duda, lo que creo es que si hay poca debe cuidarse su consumo, no pueden crearse poblaciones de 20.000 viviendas en una aldea de 600 sólo por especulación, como se está haciendo. Imagino que como murciana estarás al tanto de ese crecimiento urbanístico desmesurado, imposible de sostener, los promotores se limitan a construir, vender y dejar el problema a los inquilinos y a los ayuntamientos que no saben cómo, ni de donde, sacar el agua. Pero si se venden las 20.000 casas habrá que darles agua, aunque sea embotellada, y regar el jardín o se secará, y rellenar la piscina de cada uno.
Hay muchas zonas de España donde la UE obligó a eliminar grandes zonas cultivos por falta de agua, parecerá injusto, pero es lo que hay, si tenemos un consumo superior al que dan los acuíferos y demás sistemas de regulación habrá que apretarse el cinturón. No es justo que, mientras en muchos pueblos la tienen racionada, o se la trae el ayuntamiento con camiones un par de veces a la semana, en otros lugares donde claman por la falta de agua multipliquen por mil los campos de golf, las piscinas, la superficie ajardinada y el césped como si estuviésemos en un país húmedo y lluvioso... eso es inviable y es lo que le quita argumentos a quienes consideran que es un bien inagotable y que si la administran mal pueden recurrir a la del vecino.
Aunque cuesta, hay que tratar de ser objetivos.
Duele ver que quienes están provocando esta situación en Murcia y en Valencia es la misma que, a los ciudadanos, le quieren hacer ver que la culpa es de otros que no les quieren ceder su agua. Y muchos se lo creen.

28.10-08

Austeridad para todos

Ya está aquí. Ya tenemos entre nosotros la famosa crisis de la que se comenzó a hablar cuando sólo era una nube sobre el paraíso de la especulación más salvaje que se recuerda por estos lares. Especulación especialmente en el ámbito de la construcción, más que en la construcción, en la compra-venta de solares-, seguro estoy que los que más han ganado en estas revueltas aguas han sido aquellos que no se manchan con el yeso y el cemento, aquellos que ni tienen grandes plantillas de trabajadores, ni arriesgan un duro en una empresa que produce y transforma-, simplemente compran a un precio y venden a diez, o a cien veces más caro, gracias sus habilidades comerciales, a sus contactos, a sus informaciones privilegiadas, aunque no sea así en todos los casos.

El negocio ha sido impresionante para esas inmobiliarias que aparecían de la noche a la mañana (con Mercedes, BMW y Jaguars a la puerta), cualquiera que abría una oficina y se hacía rico en cuatro días. No digamos las entidades crediticias (con sus intereses desinteresados, sus comisiones de apertura, cierre y subrogación), los despachos de notarios y registradores de la propiedad… Ha sido una bacanal del beneficio rápido y abundante, para algunos más que para otros.

Pero de repente, las malas artes de algunas entidades hipotecarias estadounidenses, salpicaron a los inversores bien intencionados europeos y la enfermedad corrió como la pólvora, de repente todo lo que tiene que ver con la construcción es peligroso. Ya no hay créditos, ni blandos ni duros, ni para constructores, ni para jóvenes, ni para inmigrantes… Uno no sabe en qué están invirtiendo nuestros ahorros los bancos, a quién le prestan ahora para obtener esos jugosos dividendos de los que vienen presumiendo años tras año.

El problema colateral que nos plantea la crisis es que una fuente de ingresos, dicen que la más importante, de los Ayuntamientos era la recalificación, las licencias y proyectos de obras, si esta “mina” se ha cerrado temporalmente, ¿de dónde sacarán los dineros para cubrir los gastos que demanda una ciudad, un pueblo…? Y, sobre todo, serán capaces de adaptarse a las circunstancias- como se nos exige a los ciudadanos- y no gastar más de lo que ingresan, serán capaces de gastar con la cabeza y no ser manirrotos? ¿Mantendrán los impuestos, los reducirán como ha prometido la alcaldesa de Valencia, o los subirán para compensar el déficit previsible?

Lo vamos a saber muy pronto, me temo.

12.11.08

Cambios...

Podría ser que la crisis nos trajese grandes cambios, no sólo de números negros a números rojos en nuestras libretas de ahorro, cambios tan importantes como en su momento fue la caída del Imperio Romano, la expulsión de los judíos o la revolución francesa.

La crisis mundial de los sistemas financieros puede terminar con una “milagrosa” recuperación, merced a los buenos oficios de los diferentes gobiernos, al respaldar y financiar a las grandes corporaciones que han hecho de su capa un sayo, y de los ahorros de todos, una fiesta de millones en salarios de escándalo y contratos blindados para sus directivos, que deberían ser delito perseguible de oficio hasta por el alguacil de mi pueblo.

Sí, podría ser que las medidas que se están tomando propiciasen esa recuperación inmediata por la que todos suspiramos, aunque habría que extender las ayudas a las pequeñas empresas e, incluso, a las familias. Todos tenemos parecidos problemas de liquidez, hemos estirado más el brazo gastador que la manga ahorradora.

Que no cunda el pánico, pero tenemos ya cierta obsesión por adivinar cuanto nos durará este empleo de mierda pero que no me falte, que si me falta adiós a la letra del piso, adiós a la letra del coche, adiós al colegio del niño… y si dejamos de pagar la letra del piso, la del coche y el recibo del colegio, apaga y vamos nos.

No hace muchos años- ¿o sí los hace?- les dio a las empresas por ahorrar en costos y mejorar los beneficios a base de despidos, aprovecharon otra crisis para “aligerar” el peso de sus plantillas. Pero muchos no supieron ver que cada despido supone un mínimo de cuatro a cinco consumidores que desaparecen, que dejan de comprar muebles, colchones, coches, toallas, televisores… Un millón de parados suponen cuatro millones de usuarios que consumirán lo justo, la comida y poco más ¿qué hacemos entonces con las fábricas?

Como decía al principio, esta crisis, si persiste, si persiste y se agrava, puede traernos cambios tan profundos como lo fue en su día la desaparición del patrón oro, cuando los Bancos Nacionales y los Estados no fabricaban dinero a capricho, ni manipulaban el precio (los intereses) del dinero, se limitaban a imprimir billetes y respaldar, en oro, el valor facial de billetes y monedas emitidos.

Cambios tan profundos que no podemos imaginarlos pero que transformarían el sistema mundial de producción, del comercio, que exigirían incluso la aparición de nuevas formas de hacer política, nuevas ideologías, porque las conocidas han fracasado, todas.

“He tenido un sueño…”

15.11.08

Las listas de espera

De vez en cuando aparecen en los medios de comunicación temas recurrentes, de gran interés para los ciudadanos, tal como las listas de espera- cuya existencia casi todas las administraciones niegan- pero que son tan reales como la vida misma.

Y son recurrentes porque no se resuelven, son problemas que afectan a millones de españoles (y extranjeros transeúntes, residentes, etc.) que, por diferentes causas no se afrontan, no se ponen los medios necesarios para resolverlos.

Seguramente hacen falta más médicos, más DUEs, más sanitarios y por tanto más presupuesto. Pero no es sólo este el problema, está el no menos problemático de la actitud del funcionario de Sanidad- de un número importante de ellos- con respecto a los pacientes y a su puesto de trabajo. No vamos a estas alturas a atribuir, como se hacía antaño, una necesaria vocacionalidad en el trabajo relacionado con la salud, pero sí deberían ser conscientes de que tratan con personas. Personas que acuden con crisis de dolor, de miedo ante una enfermedad no diagnosticada, de ansiedad y, en general, un estado de cierta anormalidad y por tanto especialmente sensibles a la falta de atención, a una espera injustificable, o un trato que es cualquier cosa menos atención.

No se trata de justificar- con la supuesta falta de control, de productividad y de profesionalidad- la necesidad de recurrir a la privatización, que sí sabe rentabilizar las inversiones y controlar la productividad de sus plantillas, se trata de que esos mismos funcionarios sean capaces de entender que lo que tienen- su puesto de trabajo- es para toda la vida, y eso supone una tranquilidad, una estabilidad económica y laboral que no tienen el resto de los trabajadores, por lo que deberían conscientemente desarrollar su actividad con todo rigor y eficacia, devolviendo así a la sociedad lo que de la sociedad reciben.

Las listas de esperan se resolverían con más inversiones, más médicos y sanitarios, sí, pero también con una actitud más responsable y profesional de muchos de ellos. Y que nadie se equivoque con las informaciones que se publican, hay especialistas que dan más de dos meses de espera; de cuatro a siete meses para una resonancia; de uno a años para intervenciones quirúrgicas... y no hablemos de las horas de espera para ser atendidos en urgencias, aunque lleves la cabeza abierta.

Desde que el médico de familia solicita diagnóstico para una posible fractura de peroné al especialista, hasta que éste recibe la resonancia y diagnóstica, pueden pasar entre siete y diez meses. Mientras usted va cojeando sin saber qué le pasa a su peroné. Pero esto tiene arreglo, si quienes deben y pueden se ponen a ello.

19.11.08

Menos mal que existen


Iñaki Gabilondo: 9 de diciembre en "Cuatro".

"El Partido Popular ha exigido explicaciones al Gobierno sobre el misterio de los vuelos de la CIA. Sí, han oído bien, el PP. Más aún, han utilizando para preguntar a su sector más aznariano. Algunos jóvenes y briosos diputados, muy Aznar, muy FAES, que hasta el momento no mostraban gran actividad parlamentaria pero si mucho quintacolumnismo anti Rajoy, han salido de sus sarcófagos para preguntar al Gobierno sobre los vuelos de la CIA. Nada nos gustaría más que conocer la verdad de esos vuelos, cuyo esclarecimiento debería ser una cuestión de dignidad nacional. Pero que sean los cachorros de Aznar los que se alisten a esa cruzada demuestra que los discípulos han copiado de su maestro la cara de cemento. Y el ataque como técnica de defensa, que los españoles identificamos enseguida como truco claramente aznaríl. Lo utilizó con gran alarde del 11 al 14 M, al acusar de manipulación a los demás, mientras manipulaba a todo nuestro cuerpo diplomático, a los corresponsales de prensa y al mismísimo Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Luego se lo hemos visto mil veces: Aznar no da explicaciones, las exige. Esa virilidad, muy de frente de juventudes, desafiante y segura de sí misma, lo mismo sirve para descalificar a su heredero político que para insolentarse con quien se atreva a limitar su derecho a elegir velocidad y cantidad de alcohol al volante. Pero siempre al ataque, sin complejos y sin sentido del ridículo. El PP, el llamado nuevo PP, recupera el estilo de su héroe. El papel de los Gobiernos españoles en los vuelos de la CIA es asunto de importancia capital, pero a Aznar y al PP les corresponde el primer esclarecimiento. Y lo saben muy bien. Embarrar el campo para que no se distinga nada y sólo se vea barro deshonra un Parlamento que estos días ha sido visitado, con respeto y emoción por miles de ciudadanos."

Hasta para disentir, ciertos energúmenos deberían tratar a Gabilondo con el respeto que merece. La democracia nunca agradecerá suficientemente a Iñaki y a PRISA su incorruptibilidad frente al poderío de la derecha extrema y sus medios de comunicación "objetivos" e "imparciales".
Sin PRISA, sin Gabilondo, y otros profesionales (escasos), llevaríamos más de diez años sin noticias, sin información... a merced de la intoxicación permanente de los medios de adoctrinamiento del PP y sobre todo, de quienes tienen los medios económicos para orquestar y dirigir esas campañas, aparentemente infumables, falsas, cínicas, alienantes... pero que convencen todavía a un amplio sector de la sociedad, por increíble que nos parezca.

Fuentes:
-http://www.cuatro.com/programas/programa.html?anchor=ctoproact&type=Tes&xref=20081209ctoultnot_7

-http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=28212#coments

10.012.08

El periodismo hoy.

Cuando uno reflexiona sobre la profesión lo hace desde el purismo limpio y bienintencionado: como un deseo, una utopía deseable y deseada. Lástima que todo parecido con la realidad sea sólo casual. Seguramente existe el profesional incorrupto, aséptico y convencido de cual es su misión en la sociedad. Pero creo no conocer a ninguno que reúna esas condiciones. La concentración de las empresas periodísticas en pocas manos, en las manos de unos pocos accionistas atentos a sus intereses, además de buscar el lógico beneficio a sus inversiones, la presión política, la competencia feroz... configuran una muralla de obstáculos que pocos, o ninguno, saltan, Terminan escribiendo al dictado de los intereses económicos, políticos o ideológicos de quien le paga, independientemente de las convicciones propias y de los olvidados objetivos del periodista de raza.
Hoy el periodista no informa, “forma” (o lo intenta), crea opiniones derivadas de sus posturas, de sus afirmaciones. Se insulta, se ofende, se utiliza cualquier cosa, cualquier método para ganar audiencia, lectores, o escuchantes. En fin, espero que al menos alguno de los futuros periodistas, alguno de los que se van incorporando a la profesión, mantenga la utopía de los principios, informe con veracidad, con objetividad, confirmando las fuentes más allá de toda duda y mantenga la ilusión y la fuerza necesarias para ser periodista, y no un asalariado más con pluma, o PC.

14.12.08

Las cosas como son

Con motivo de la muerte de dos soldados españoles en Afganistán me planteo un par de cuestiones. La primera es la necesidad de la permanencia allí de tropas europeas y americanas, partiendo de la premisa de que, en mi opinión, se ha explicado poco y mal esa necesidad.

La segunda es la causa. La justificación más escuchada es la de impedir la constitución de un Estado terrorista, un Estado dirigido por talibanes que apoyaría y fomentaría el terrorismo internacional de los fundamentalistas islámicos, tal como ocurrió con el origen del ataque a las torres gemelas por parte de suicidas formados y financiados en ese país que, además, cobijó y cobija seguramente a Bin Laden.

Esto me lleva a opinar sobre las reacciones, cada vez más exageradas, por parte de los políticos frente a la muerte de soldados en misiones externas. A nadie deja indiferente la noticia de que un vehículo del ejército español ha saltado por los aires y, como consecuencia, han perdido la vida uno, o varios soldados. A nadie. Pero se han escuchado estos días comentarios en los medios de comunicación sobre una supuesta indemnización de ciento cincuenta mil euros, prevista por el Gobierno para cada asoldado muerto (además de la pensión, de por vida, a la viuda), se ha hablado de medallas al mérito, se les ha calificado de héroes…

Todo esto parece un exceso. Un exceso en el deseo de solidarizarse con las familias afectadas pero… nada de estas indemnizaciones multimillonarias, nada de medallas, nada de tratamiento de héroes se les ofrece a los trabajadores que mueren cada año en el desempeño de su trabajo, tan sólo la paga que legalmente le corresponda- salvo que los tribunales decidan que hay una responsabilidad por parte de la empresa contratante-, nada de ceremonias pobladas de generales, ministros, presidentes, reyes… nada de eso se les ofrece- en buena lógica- a los héroes anónimos que suben a un andamio, a una torre, o se embarcan para conseguirnos ese pescado fresco que comemos a menudo.

¿Qué diferencia hay entre un trabajador, de cualquier sector, y un soldado a sueldo? Yo no la veo. Se trata de una elección personal. El soldado tiene la posibilidad- más que cierta de, durante decenas de años, quizás hasta su jubilación, no intervenir en ningún acto de guerra- limitándose su actividad a las propias del entrenamiento habitual, los desfiles y poco más.

Hoy en día- y más en estos conflictos en los que participamos por cuestión de correspondencia (no se puede ser miembro de la OTAN y no participar en sus acciones), no se puede ser miembro de la ONU y desentender sus peticiones de apoyo en las misiones que se aprueban para mantener un cierto orden mundial- hoy en día los soldados se “enganchan” como otros se ofrecen en una obra, en un taller, en una fábrica: a cambio de un salario. Unos eligen las ocho horas diarias de duro trabajo, otros el uniforme y la posibilidad de no dar golpe en su vida, también el riesgo de perder la vida en una acción. Como el peón de albañil en el andamio. Deberían tener semejante trato frente a un accidente de trabajo, máxime cuando el oficio del soldado es correr riesgos, guerrear, el de un trabajador es sólo trabajar, no morir subiendo ladrillos en una obra.

09.12.08

Esas huelgas, las de los jueces

Quien iba a decirnos, cuando se legalizó el derecho a la huelga, que en ocasiones casi nos arrepentiríamos de ese logro social ante sus efectos devastadores. Basta recordar esas huelgas de la recogida de basuras urbanas, los efectos de montañas de basura por las calles, olores insufribles, legiones de moscardas, insectos e incluso ratas. O cuando se producen en los hospitales, a qué nivel de salvajismo, de insensibilidad hacia los enfermos llegan los huelguistas, obligándoles a sufrir, no sólo la ausencia de recogida, sino lo que nunca entenderé cómo se permite: que los “piquetes” esparzan basura donde no la hay, contaminándolo todo.

Y qué decir de esos pilotos y controladores aéreos que mantienen secuestrados a miles de viajeros, a los que arruinan vacaciones, encuentros familiares, negocios… todos hemos sufrido, directa o indirectamente, esas manifestaciones legítimas y legales de profesionales y trabajadores cabreados que piden, con más o menos razón, que se arregle “lo suyo”, vía chantaje a la población indefensa.

El colmo lo veremos en breve: la huelga de jueces. Sus señorías- la tercera pata que sustenta la Constitución- han decidido que son “clase trabajadora”, que son currantes de a pie, que sus derechos casi divinos- a ver quien contradice a un juez- no son suficientes, además quieren ser- a ratos- pueblo llano y, por tanto, se aferran al supuesto derecho de huelga reconocido a los trabajadores por la Constitución y el ET, pero jurídicamente no debe estar nada claro cuando, entre ellos, no se ponen de acuerdo para reconocerse el derecho.

Si los otros poderes del Estado de Derecho- el Legislativo (Los Diputados y Senadores) y el Ejecutivo (el Gobierno), hiciesen lo mismo, esto sería un país de cachondeo, más que bananero de platanitos caídos. ¿Se imagina alguien a los ministros en huelga y manifestándose por las calles reclamando mayores salarios y prebendas?

¿Que si la huelga de jueces puede afectar a las elecciones pendientes? ¡Ya lo creo, incluso paralizarlas! Pero eso será una mera coincidencia, supongo.

05.02.09

Barajas sí, Suárez no.

Considero que el aparente suicido político de Suárez para preparar la transición merece muchos premios, quizás el de Gran Prestidigitador, para empezar. Ha tenido muchas y merecidas alabanzas porque hizo un trabajo impagable evitando una ruptura violenta, un nuevo enfrentamiento entre la derecha cavernaria, incapaz de soltar de buena gana el poder absoluto y absolutista, y el pueblo, que quería aire puro, libertad.
Se le nombró Duque- algo que no se ha hecho con ningún otro ex Presidente del Gobierno- y cuenta con la simpatía de casi toda la sociedad, quizás excepto la de los suyos, los que fueron de su bando y luego le llamaron traidor y destrozaron su partido, la UCD.
Por todo ello y, muchas más consideraciones que no caben aquí opino que, todos los respetos y consideración hacia la figura de Suárez, pero no hasta el punto de colocar su nombre al primer aeropuerto de España y el cuarto del Mundo, si no me equivoco. Sería excesivo, ya que sus aportaciones a la democracia duraron cuatro años y en cambio a la Dictadura la sirvió desde crío, toda una vida- sirviéndola y viviendo de ella- no hay más que estudiar su carrera meteórica hasta auparse a los más altos cargos del partido único.
Agradecer y reconocer el mérito de su esfuerzo por devolver la democracia al País sí, pero Barajas puede seguir con ese nombre hasta que se nos ocurra otro más adecuado y con menos "pasado".

19.02.09

La pena de muerte

Una cosa es endurecer las penas, exigir el cumplimiento total en determinados casos, y otra es implantar la cadena perpetua- como se está pidiendo al socaire de un crimen reciente- quince días después alguien pedirá la pena de muerte.
Explicar que las condenas judiciales buscan, no la venganza, el ojo por ojo, sino más bien la reinserción del delincuente es- supongo- inútil ante quienes tienen tan claro que sólo las condenas extremas resuelven la delincuencia. Pero si os fijáis en los países que cortan las manos del chorizo por un hurto, matan a pedradas a una señora por echar un kiki (aunque haya sido violada por cuatro), los que condenan a muerte a un menor disminuido psíquico... por poner ejemplos conocidos, no resuelven la delincuencia, no reducen los robos, asaltos y asesinatos si no más bien al contrario. O aquellos que que, por mor de la autodefensa, permiten organizar en cada casa un arsenal de granadas, fusiles de asalto, revólveres, pistolas, y hasta bazookas y, lo único que han conseguido es aparecer en los informativos, cada poco, con noticias de asesinatos múltiples en escuelas, o en plena calle, por uno de esos que, de repente, armado hasta los dientes decide "castigar" a diez o doce ciudadanos porque se siente deprimido o furioso y se los carga. Y dispara hasta terminar la munición o ser abatido a tiros por la policía, que no es cosa de detenerle vivo, con lo que cuesta luego un proceso y una celda, o el gas para asesinarle a él, esta vez "justamente".

Explicar que la muerte por venganza, la provoque un particular o la sociedad, no deja de ser un asesinato, sé que es tarea difícil en estos días, pero deberíamos aprender a valorar lo que tenemos, las leyes de las que nos hemos dotado, aunque exista la posibilidad real de que algún indeseable se beneficie de ello.
Considero que determinados delitos deben castigarse- siempre intentando recuperar al delincuente, si es posible- con la pena prevista, y sin reducciones- salvo que hubiese una fórmula (que no la tenemos) para medir sin ninguna duda la recuperación, el arrepentimiento absoluto del penado. Hay delitos, quizás los más execrables que son cometidos por enfermos, que son personas con determinadas facutades mentales deterioradas o alteradas y, a esos, efectivamente los años de cárcel les tiene al fresco, delinquirán de nuevo si no son curados, de igual forma que un enfermo de SIDA si no se medica y mantiene una determinada forma de vida recaerá con más virulencia en su dolencia, pero no se le mata en la silla eléctrica, o se le atfixia con gas, o se le ahorca...

En consecuencia me opongo a la pena de muerte (asesinato legal) y la cadena perpetua es, en mi opinión, peor que la misma muerte, esta dura unos instantes, la otra toda una vida.

19.02.09

El President

Es un payaso, un chico despabilado, un aprendiz de brujo que engañó a su "maestro" que le eligió por dócil y manejable para sucederle, a dedo.

Había que verle, pálido de miedo bajo la máscara de rayos UVA y las horas de navegación en yates de vete a saber quien, en la rueda de prensa invocando conspiraciones del juez Garzón, del POSE, y de PRISA, que “atacan a todos los valencianos, que es una conspiración de ZP contra su partido, que él tiene la conciencia tranquila, que dará toda la información que se le pida...”
Pero no se la da a los diputados, llevan años pidiendo documentación que les niega sistemáticamente, siendo representantes del pueblo valenciano.
Ayer volvió a esgrimir los votos, como hace su "socio" Carlos Fabra el super imputado, -“volvería a ganar por mayoría absoluta”-.

No está habituado a comparecer, no va al parlamento y, cuando lo hace, no responde las preguntas de los diputados, lanza una soflama de las suyas y se va. Los votos le permiten mofarse, burlarse, de los diputados, modificar una ley a la chita callando para cambiar a la Defensora del Pueblo, que le incomoda descubriendo malas prácticas, cuando no ilegalidades en su Gobierno.

Invocan con urgencia el traslado de la causa a los TSJ autonómicos, esperemos que la "imparcialidad" se manifieste porque, al fin y al cabo, la amistad entre presidentes es manifiesta y conocida, escandalosamente pública, diría yo.
A ver si de una vez por todas la ley es ciega, pero no tonta, y pone al descubierto esas tramas multimillonarias que sospechamos e imaginamos pero no podemos evidenciar los ciudadanos de a pie. Y esos votantes que apoyan a esta gente deberían darse cuenta, aquellos que no aprueben estas prácticas corruptas, que no merecen su apoyo, deberán hacer como los votantes de izquierda cuando alguno de sus representantes cae en entredicho, no darles su voto.

Ahora sólo cabe esperar a que la justicia sea justa, y lista, para descubrir las tramas ocultas, fuera y dentro del País, y que paguen de una vez por sus latrocinios los que se aprovechan con tal descaro de la confianza de los votantes. Esto no es una cacería contra el partido popular, ni contra el pueblo soberano, esto es poner al descubierto las vergüenzas de algunos sinvergüenzas.


20.2.09