Aún quedan salvapatrias

Congreso Hondureño.

Vaya por delante que Zelaya no goza de mis simpatías- todo el conflicto que se ha montado lo provocó él al pretender modificar la Constitución para ser reelegido- pero la actitud de Micheletti es deleznable. No sólo se aupó al poder de forma impropia, además está provocando muertes innecesarias entre los manifestantes, ha puesto cerco a la embajada de Brasil (les cortó el agua y la electricidad), ahora exige que los embajadores de otros países- como España- que regresen a Tegucigalpa vengan precedidos por el reconocimiento oficial de la "legalidad" de su presidencia, lograda mediante un golpe y el apoyo de los militares. El peor estilo dictatorial y chabacano preside todas sus declaraciones y actos, como cerrar medios de comunicación, declarar el estado de sitio en contra de la postura del Congreso. Para mantenerse seis meses en el poder, en teoría hasta las elecciones, es capaz de provocar decenas de muertos entre sus conciudadanos.
Un ejemplo, otro más, del estilo y las tragaderas de los salvapatrias que aparecen en el momento oportuno para lograr por la fuerza lo que no consiguen en las urnas. Y siempre, por medio, la sangre de los ciudadanos que tan sólo expresan sus preferencias y por ello han de pagar algunos con su vida.
Confiemos en que la cordura y el sentido común imperen y eviten un baño de sangre en Honduras que, lo último que necesita, es este tipo de conflictos civiles.

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