9/11/09

No molesta a nadie

Evidentemente usted no se pone en el lugar de los que no somos católicos, no les he contado y no puedo afirmar si somos más, o somos menos, pero el motivo por el que los signos del crucifijo- en marcado por los retratos de Franco y Primo de Rivera van unidos a nuestra infancia, tan unidos que aunque los otros dos símbolos hayan desaparecido, seguimos viéndolos unidos por un efecto de fijación memotécnica, seguramente- no es porque no importe, están porque llevan desde finales de la guerra civil, impuestos por quienes ganaron una guerra y porque los que pensamos de otra forma, o no tenemos la católica por religión, o no tenemos ninguna, tampoco hemos tenido oportunidad de expresar nuestro desacuerdo sobre ese tema.
Pero estoy seguro que a usted le molestaría muchísimo ver colgado en la pared del aula de sus hijos el Corán, la media luna, o la simbología budista, por poner ejemplos de grandes religiones. Estoy seguro de que trataría de evitarlo si estuviese en su mano, sin embargo nosotros, quienes no somos católicos, hemos de soportar que los representantes del Estado Vaticano en España perciban sumas astronómicas, salarios, seguridad social, farmacia y demás servicios sin cotizar por ningún concepto, que yo sepa. Hemos de ver con asombro como salen a la calle sus obispos y curas a manifestarse contra un gobierno legítimo que propone leyes al Parlamento porque les molestan, o van en contra de sus objetivos e intereses. Creo que las religiones son un mal aceptado por muchos millones de personas que necesitan de ellas para suponer que esta vida es un tránsito tan sólo, no me molesta que necesitan eso, lo que no soporto es que me impongan sus criterios, sus fines, sus creencias.
Puedo no estar de acuerdo con los fundamentos, con los usos y costumbres- cambiantes-, de las diferentes religiones mientras me dejen vivir en paz, de acuerdo con mis criterios, que pasan por respetar los de ellos, pero no tendré nada que decir. Tan sólo me gustaría recibir el mismo trato, yo no entro en una iglesia a colgar mis símbolos -si los tengo -y ustedes no cuelguen los suyos en lugares tan comunes, y sensibles, como las escuelas públicas, o privadas concertadas, otra cosa son las estrictamente privadas.
La religión, las religiones, en sus centros, sus templos, en su ámbito y respeten a quienes no gozamos de esa estupenda fe que tiene ustedes, no nos impongan sus formas de vida, sus creencias, ni su normas. Vivan ustedes si son capaces de acuerdo con ellas pero no violenten a los demás a aceotarlas como propias. ¿Es tan difícil?

2 comentarios:

  1. Suscribo TODAS y CADA UNA de tus palabras... No has dejado nada en el tintero, querido Scilas. Muy buen post.

    Saludos

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  2. Gracias amigo, afortunadamente somos unos cuantos los que no comulgamos con las ruedas de molino de la curia hispánica, especie que lamentablemente no parece en extinción, aunque cada vez más minoritaria.

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