Los toros desde la barrera

Estos líderes carismáticos que encabezan organizaciones de todo tipo y al poco tiempo se creen grandes comunicadores, sabios gurús de las más variadas ciencias y pretenden enmendar la plana todos los políticos, incluso a los de su bando, me producen gastritis, dermatitis y malamilktitis.
Díaz Ferrán es un ejemplo, sabrá hacer millones, eso seguro, y no quiero ni saber cómo los ha hecho, aunque hay un dicho popular según el cual nadie con su trabajo puede hacerse millonario, es decir... A lo que iba, que bien sea por los muchos millones que atesora, bien sea por las suculentas cuotas que aporte a la Confederación Empresarial, de repente y como por casualidad se encuentra al mando del acorazado que dirige la guerra (o la paz) de los empresarios contra las organizaciones sindicales y el gobierno, si no es de su color. Y se cree el Almirante de la Mar Océana, y se burla de todo quisqui, y desprecia a todo lo que le rodea y, a las veinticuatro horas de cenar o comer con Rajoy, cambia de rumbo el acorazado y dice que no firma nada, que lo quiere todo, y que las cotizaciones a la SS que las paguen los parados, y a los parados que les atienda el socorro rojo y...
Y el dialogo social lo han roto los demás, dice con esa cara. Hay gente que se merece una revolución, un Octubre rojo, por provocarlo con su estultez, más que nada.

La mala educación

Nos esperan años extraños, muy extraños. La mala educación de los que hoy ya son padres jóvenes revertirá sobre sus hijos que, no sólo tendrán una mala educación, si no que carecerán de ella. La mala educación abarca las relaciones personales, la ética ausente absolutamente de las conductas del personal, abarca el sentido de la comunicación, afecta a la posesión, o no, de un mínimo sentido común, al sentido de la responsabilidad y, mucho menos, de la corresponsabilidad...

Alguien durante años crió monstruitos a los que no se les negaba nada, no se les imponía nada, y ahora esos monstruos han de "educar a sus hijos". Esa generación de padres e hijos serán los responsables de lo que tenga que ocurrir en los próximos 50/60 años ¿alguien se lo imagina? Pues ya tenemos algunos resultados en cuestiones ciudadanas, de participación, de control de la vida pública através de su opinión, de su decisión en el respaldo a las diferentes opciones políticas, de su participación en el municipio, en las asociaciones de padres, de vecinos... Están ausentes de todo.
Quedan pocos, comparativamente, que sepan por qué votan a una u otra opción, quedan pocos que observen comportamientos y actitudes para juzgar y decidir. Abunda la incapacidad para la crítica, para el análisis de la realidad, queda poca vocación por aprender, por buscar la información más veraz... El mundo de Orwell no va a tener problemas, la masa, la masa crítica está a punto, dispuesta a ser tratada como merece, sonriendo bobaliconamente frente a la gran pantalla de plasma, frente a al TDT de pago, encima, es como poner la cama.