29/8/09

Esas comparaciones...


Hay quien se duele de la deriva social de Italia a causa de las barbaridades que su Duce del siglo XXI (Berlusconi) comete en lo personal y lo político, en sus relaciones con otros políticos y en las leyes que propone al Parlamento para esquivar a la justicia que le viene persiguiendo desde hace años y no logra meterlo entre rejas por las sucesivas mayorías electorales obtenidas con su desparpajo, sus cadenas de TV, y todos los medios a su alcance, que son casi infinitos. Y es cierta y atinada esa reflexión, creo. Pero ¿qué tendríamos que hacer aquí, con lo nuestro? Pone la carne de gallina.
Se ha hablado de los once mil millones en que se incrementó- supuestamente- el patrimonio oficioso de la Espe mediante un "ligero" cambio en el trazado del AVE, en tiempos del inefable Cascos, sin que nadie haya investigado la cosa. Se ha hablado y escrito durante meses de los espionajes entre miembros del partido popular que supondrían la calificación de delitos, pero se echa tierra encima y aquí no pasa nada que son cosas internas del partido. Se descubren tramas de miles de millones del banquero del partido popular, o su administrador económico, y aquí no sólo no pasa nada sino que terminan por acusar al gobierno de tener la culpa de todo por permitir a los jueces hacer su trabajo y a algunos medios por publicarlo (increíble pero cierto).
Se han descubierto las relaciones, casi sexuales, pero sobre todo económicas de Presidentes autonómicos y dirigentes orgánicos con proveedores a los que han facilitado en eclusiva y durante años la contratación de cientos , miles de millones, y aquí no sólo no pasa nada sino que la intención de voto para esos supuestos chorizos se incrementa.
La lista de abusos, comisionistas y chorizos es interminable, y no sólo no están en la cárcel sino que repiten en sus cargos. Y parecen gozar del beneplácito y el aplauso de los votantes. ¿Saldríamos mejor parados si se analizaran, objetivamente estas circunstancias y las comparásemos con la Italia de Berlusconi?

http://www.redprogresista.net/index.php?option=com_content&task=view&id=5943&Itemid=53

27/8/09

Sin límites


Cada día tengo la impresión de que los peperos han llegado al límite pero, cada día, me sorprenden. Durante los cuatro años de la primera legislatura de Zapatero acusaron al gobierno de haber ganado las elecciones mediante su participación en un complot que incluía los atentados de Atocha. Nadie les puso delante de los tribunales por semejante campaña, apoyada y auspiciada desde algunos medios escritos y las emisoras de los curas, o de los obispos, tanto da. Y creo que fue un error, no se puede acusar de semejante masacre al gobierno con su presidente a la cabeza y que les salga gratis. Pero como han comprobado una y otra vez que ese tipo de acciones, campañas organizadas como operaciones militares de asalto y derribo, les atraen las simpatías de propios y extraños y los tribunales de justicia miran para otro lado, lo siguen utilizando sin rubor y sin medida.
Con medio partido acusado de escuchas y espionaje (entre ellos), de escándalos económicos con las contrataciones a dedo, con los regalos detectados a los altos cargos políticos y orgánicos, sólo los detectados, para premiar su fidelidad a los proveedores, con todo lo que les está cayendo en materia de corruptelas y comisiones... lanzan la acusación de que el gobierno les espía, y la lanzan a lo largo de todo el verano, hasta que en el Parlamento les exigen pruebas de lo que dicen y, sólo entonces, reculan, retroceden y terminan por recovertirlo en una acusación de filtraciones, de avisos a las televisiones para que filmen las detenciones de sus afiliados acusados de mil diferentes delitos, todos relacionados con la pasta gansa que se están llevando algunos. Así resulta que el delito es sacarles en los telediarios, no el que sean arrestados por delinquir- supuestamente, por dios.
No dejan de sorprenderme, siempre van más allá de lo que el surrealismo podría limitar.