22/12/10

El maestro


Cosas de las multinacionales, que ya ni PRISA es de aquí, que la compraron en la bolsa, seguramente los detentadores de los fondos de pensiones de cualquier potencia, y ahora posiblemente dirige- la famosa alínea editorial- un robot desde las Antillas, vía satélite.
El caso es que lo poco que quedaba, lo absolutamente escaso, como la CCN+, se disolverá como un azucarillo. Esos pragramas de debate con contenido, con conocimientos y mutuo respeto de los participantes, con el saber estar y hacer del moderador, Calleja. 
Aquellas entrevistas fastuosas de San José, un profesional como la copa de un pino.El canal noticias, con la frecuencia debida y sin sectarismos. Y, en especial, el programa de Iñaki, que hasta hacía olvidar la programación cinematográfica de otras cadenas siguiéndole hasta la media noche.
Qué diferencia con la mayoría de "profesionales" del periodismo, el profundo conocimiento y enorme caudal cultural de este hombre, versátil, flexible, un todo terreno que igual habla de música, como entrevista a un científico con el que intercambia conocimientos impensables en la mayoría de los "plumillas" que corretean por los platós.
Si de verdad desaparece CNN+, y por tanto el programa de Iñaki, y con él la figura de Gabilondo, estaremos de luto en este país, se habrá apagado un faro, una luz insuficiente por lo escasa, pero una referencia al fin, un ejemplo de cómo hacer periodismo sin arrribismos, sin pesebres, sin más límite que la  ley. 
Una cosa es perder a un gran hombre y otra es desecharlo, despreciarlo, arrinconarlo. No merecemos seguramente contar con patrimonios de esta envergadura. Somos el único país del mundo que desprecia e ignora el mayor caudal que se puede tener: profesionales expertos, experimentados y honestos que, o tienen que emigrar a otros países o directamente se les manda al paro, por no ser dóciles, aunque sí excelentes.
La mejor TV que teníamos, los mejores contenidos, los mejores profesionales y desaparece, dicen que por falta de audiencia, dicen. La mayoría sospechamos la verdad, aunque nos falten papeles.
Sinceramente espero y deseo que Iñaki, y el grupo de profesionales que hacían su trabajo con dignidad y profesionalidad, encuentren acomodo en alguna empresa que se atreva a disentir, a ser los últimos de Filipinas en el sector de los "medios", capaces de mantener la independencia y la objetividad que se perdió  en este país hace décadas, desde que los grupos financieros gobiernan la información acumulando cabeceras y cadenas de medios. La uniformidad por derecha, casi extrema.