Indudablemente
si la respuesta fuese fácil alguien la habría puesto en práctica ya. En
mi opinión se piensa que las soluciones han de venir de fuera, de los
políticos, del Estado, de los Jueces, del vecino o la vecina... La
situación global es, en mi opinión, desesperanzadora porque afecta a
todo lo que se menea. No hay sistema filosófico-político ni económico
que merezca en estos momentos credibilidad, no hay planes, ni objetivos
ilusionantes y con final más o menos feliz. Fracasó estrepitosamente el
Comunismo y fracasó el liberalismo, el capitalismo y la globalización.
No han surgido nuevas propuestas, y lo que tenemos está caduco,
inservible. La política va a remolque del pasado, no hay ideología que
encienda el entusiasmo de la población con propuestas solventes,
milagrosas tendrían que ser tal como están las cosas, y peor que se
pondrán, o nos las pondrán entre los avaros y los estúpidos.
Por otra parte, los grandes partidos- no es que sean malos per se-, que
han tenido ocasión de manejar y usar el Poder, lo han hecho con algunos
matices diferenciados que no podemos olvidar, ni minus valorar, pero de
forma similar. Entre otras cosas silenciaron, controlaron y
redujeron, cualquier conato de liderazgo dentro de sus estructuras.
Quien está en el poder usa sus aparatos o fontanarías para aplastar
cualquier forma de contestación interna. Lo que nos lleva, tras años
de aplicación de estas fórmulas, a la absoluta sequía de líderes, de
políticos dispuestos a tomar el relevo contrastando propuestas que
mejoran las aplicadas por líderes que se adocenan, o aburguesan, en el
uso y abuso del poder absoluto, dentro del Partido o en la
Administración, si gobiernan. Esto, que parece un problema interno de lo
partidos, nos afecta muy directamente, no tenemos más que medianías,
gentes carentes de calidad para afrontar los problemas, para "batirse"
con políticos foráneos, de la UE, que es donde cada día más se hace la
política. Seguimos mil años después sin líderes presentables, somos
pobres en recursos, también en recursos humanos, lo siento.
Otras de las actividades a las que se han aplicado algunos partidos desde el Poder es a
desmontar de distintas y variadas maneras la estructura organizativa y
representativa social. Aquellas organizaciones de vecinos, de padres de
alumnos que, a través de sus confederaciones, podían reunir un millón de
personas en la calle para exigir cambios, o protestar por determinadas
políticas, se acabaron. Mediante subvenciones, puestos de designación
política o el ostracismo más feroz a lo largo de décadas, se ha
trabajado para domesticar y apesebrar (¿nuevo verbo?) a los dirigentes
de aquellas asociaciones que subsisten prácticamente con las ejecutivas
reelegidas una y otra vez pero sin la participación de la gente que, con
su flamante frigorífico bien repleto, la "caseta" o apartamento en la
playa y un nuevo coche con sus siete años de letras, no tienen otra cosa
en la que pensar ni de la que preocuparse. No existe movimiento
ciudadano, no hay costumbre, ni músculo, ni hábito. La sociedad no está
vertebrada. La han desvertebrado con paciencia y veneciana malizia.
Si a esto unimos la mala educación transmitida a los hijos de los hijos,
en treinta años se ha agostado cualquier idea de participación, de
solidaridad. Tenemos jóvenes muy preparados pero poco formados en
materias como la ética, los derechos compartidos, las obligaciones
colectivas y consciencia de que lo común puede ser más importante que lo
particular, incluso para el individuo. Con estos bueyes tenemos que
arar. No sé si me he respondido.
Scila/
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