
Hay quien se duele de la deriva social de Italia a causa de las barbaridades que su Duce del siglo XXI (Berlusconi) comete en lo personal y lo político, en sus relaciones con otros políticos y en las leyes que propone al Parlamento para esquivar a la justicia que le viene persiguiendo desde hace años y no logra meterlo entre rejas por las sucesivas mayorías electorales obtenidas con su desparpajo, sus cadenas de TV, y todos los medios a su alcance, que son casi infinitos. Y es cierta y atinada esa reflexión, creo. Pero ¿qué tendríamos que hacer aquí, con lo nuestro? Pone la carne de gallina.
Se ha hablado de los once mil millones en que se incrementó- supuestamente- el patrimonio oficioso de la Espe mediante un "ligero" cambio en el trazado del AVE, en tiempos del inefable Cascos, sin que nadie haya investigado la cosa. Se ha hablado y escrito durante meses de los espionajes entre miembros del partido popular que supondrían la calificación de delitos, pero se echa tierra encima y aquí no pasa nada que son cosas internas del partido. Se descubren tramas de miles de millones del banquero del partido popular, o su administrador económico, y aquí no sólo no pasa nada sino que terminan por acusar al gobierno de tener la culpa de todo por permitir a los jueces hacer su trabajo y a algunos medios por publicarlo (increíble pero cierto).
Se han descubierto las relaciones, casi sexuales, pero sobre todo económicas de Presidentes autonómicos y dirigentes orgánicos con proveedores a los que han facilitado en eclusiva y durante años la contratación de cientos , miles de millones, y aquí no sólo no pasa nada sino que la intención de voto para esos supuestos chorizos se incrementa.
La lista de abusos, comisionistas y chorizos es interminable, y no sólo no están en la cárcel sino que repiten en sus cargos. Y parecen gozar del beneplácito y el aplauso de los votantes. ¿Saldríamos mejor parados si se analizaran, objetivamente estas circunstancias y las comparásemos con la Italia de Berlusconi?
Se ha hablado de los once mil millones en que se incrementó- supuestamente- el patrimonio oficioso de la Espe mediante un "ligero" cambio en el trazado del AVE, en tiempos del inefable Cascos, sin que nadie haya investigado la cosa. Se ha hablado y escrito durante meses de los espionajes entre miembros del partido popular que supondrían la calificación de delitos, pero se echa tierra encima y aquí no pasa nada que son cosas internas del partido. Se descubren tramas de miles de millones del banquero del partido popular, o su administrador económico, y aquí no sólo no pasa nada sino que terminan por acusar al gobierno de tener la culpa de todo por permitir a los jueces hacer su trabajo y a algunos medios por publicarlo (increíble pero cierto).
Se han descubierto las relaciones, casi sexuales, pero sobre todo económicas de Presidentes autonómicos y dirigentes orgánicos con proveedores a los que han facilitado en eclusiva y durante años la contratación de cientos , miles de millones, y aquí no sólo no pasa nada sino que la intención de voto para esos supuestos chorizos se incrementa.
La lista de abusos, comisionistas y chorizos es interminable, y no sólo no están en la cárcel sino que repiten en sus cargos. Y parecen gozar del beneplácito y el aplauso de los votantes. ¿Saldríamos mejor parados si se analizaran, objetivamente estas circunstancias y las comparásemos con la Italia de Berlusconi?
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